La acerola es una fruta brillante parecida a la cereza que se cultiva en un arbusto frondoso, originario de regiones tropicales como América Central, el norte de Sudamérica, México y el Caribe. Estas drupas tienen un diámetro de 1 a 3 cm y una masa de 4 a 5 gramos. Dependiendo del momento en que se coseche, los colores pueden variar desde el rojo intenso cuando está maduro, hasta el verde cuando no lo está tanto. Es baja en calorías pero una gran fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales. Esta fruta es una de las fuentes más ricas en vitamina C, aportando entre 50 y 100 veces más vitamina C que las naranjas y los limones. La acerola se está haciendo poco a poco más conocida en la industria alimentaria y de la salud por los beneficios que aporta a la inmunidad.
Beneficios
La acerola es conocida por tener un alto contenido en vitamina C, pero también buenas cantidades de calcio, hierro, fósforo y vitaminas B1, B2 y B3. Gracias a su contenido en vitamina C y antioxidantes, puede ayudar a combatir enfermedades como la tos y los resfriados. También puede reforzar el sistema inmunitario, reducir la inflamación del organismo, proteger la función cognitiva, mantener la piel y el cabello sanos y, por último, favorecer la salud bucodental.
Perfil de sabor
La acerola tiene un aroma fragante con una combinación de sabores dulces y agrios. Su sabor se asemeja al de una manzana agridulce. Aunque la acerola puede comerse cruda, su forma en polvo se combina fácilmente con otros ingredientes, lo que ayuda a elevar el sabor y los beneficios nutricionales.